¿Qué es la epicondilitis?
Este dolor lo suelen manifestar aquellas personas que debido a su actividad deportiva o laboral, llevan a cabo movimientos repetitivos de extensión de codo y supinación.
No solo los tenistas, que antes lo sufrían habitualmente por una mala técnica o por no llevar un adecuado acondicionamiento físico. También lo sufren personas como mecánicos, personal de limpieza, gente que trabaja con teclados, etc.
Lo primero, es fundamental tener una buena valoración para identificar cuál es el motivo o los motivos que producen esa lesión.
Después hay que adaptar el tipo de actividad física o laboral durante el tratamiento. No significa hacer un reposo absoluto, todo lo contrario. Más bien un aumento progresivo de la carga de trabajo en función del dolor y estado de las estructuras dañadas.
Esto es fundamental, puesto que uno de los mayores problemas es la mala adaptación de los tendones a las cargas producidas por los movimientos lesivos. Esta es la principal razón por la que es fundamental que tras la aplicación de diversas técnicas (punción seca, técnicas neuromusculares o masoterapia) destinadas a descargar la musculatura y normalizar el tono de la misma; no nos quedemos ahí, sino que comencemos a trabajar la carga de manera progresiva y adaptada. Así como trabajar un buen entrenamiento de fuerza de toda la musculatura afectada.
Siempre es importante ponerse en manos de los profesionales adecuados. Que nos acompañen durante todo el proceso rehabilitador es fundamental para prevenir futuras recaídas.
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