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QUÉ ES EL ICTUS

Ictus, infarto cerebral, embolia o infarto de pequeño vaso. Son nombres asociados a una gran problemática muy amplia.

El ictus es una patología cardiovascular, producida o bien por una hemorragia en algún vaso sanguíneo, o bien por un trombo que obstruye el paso de la circulación sanguínea por una arteria. Es decir, puede ser un ictus hemorrágico o un ictus isquémico.

En cualquier caso, produce una alteración en la irrigación sanguínea del tejido cerebral. Cuanto más tiempo se mantenga esta alteración, mayores serán las secuelas producidas por el accidente cardiovascular. Por eso es importante, saber identificarlo y actuar con rapidez.

¿CÓMO PUEDO SABER SI ALGUIEN ESTÁ SUFRIENDO UN ICTUS?

Hay ciertos signos y síntomas que nos pueden ayudar a detectar un ictus, y por tanto, actuar con rápidez. Estos son algunos de ellos:

  • Pérdida repentina de fuerza en un hemicuerpo, o en la cara, o en el brazo. En concreto, en un lado del cuerpo. Se queda flácido y  el cuerpo no responde.
  • Dolor de cabeza intenso sin que haya una razón detrás que lo justifique.
  • Mareos, sensación de vértigos y sensación de caída y pérdida de equilibrio.
  • Pérdida de la capacidad de hablar o de entender lo que nos dicen.

Lo siguiente que se debe hacer es llamar a los servicios de urgencia e intentar dar todo tipo de detalles mientras que acuden al lugar del incidente.

¿CÓMO SE TRATA UN ICTUS?

Tras el accidente ocurrido, los servicios médicos tras unas pruebas de imagen, han de determinar la gravedad del ictus y su posible origen. En ocasiones es necesaria la cirugía, en función del tipo de ictus sufrido.

Posteriormente, y tras las primeras 24-48 horas es importante recibir una adecuada evaluación de las secuelas.

Cómo bien sabemos, nuestro sistema nervioso central controla absolutamente todo. El movimiento, el habla, las emociones, las conductas, las funciones cognitivas… Dependiendo del área cerebral afectada, así serán las diferentes secuelas.

Habitualmente, estas suelen ser alteraciones de las funciones motoras (como hemiparesia /hemiplejía), alteraciones de la capacidad del habla y comprensión del lenguaje (disfasia, afasia motora, afasia mixta…) y alteraciones de las funciones cognitivas/conductuales (pérdida de la memoria a corto plazo, apraxias, labilidad emocional, agresividad…)

Este tipo de enfermedad, causa un gran número de diversidad funcional en nuestro país y las consecuencias afectan por completo a la persona y cambian su vida de manera radical. Por tanto es importante recibir un tratamiento rehabilitador de la mano de los profesionales adecuados.

En Quintana Fisioterapia, disponemos de profesionales cualificados y con gran experiencia para poder abordar las secuelas del ictus, acompañar y asesorar a las familias en todo el proceso rehabilitador.

¿PUEDO EVITAR TENER UN ICTUS?

Desafortunadamente, en ocasiones el ictus se debe a malformaciones arteriovenosas con las que nacemos, como una aneurisma o a accidentes de tráfico que no podemos evitar. Sin embargo, está demostrado la relación entre algunas formas de vida nada beneficiosas para nuestra salud con el aumento del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

El ictus está asociado a hábitos de vida sedentarios, altos niveles de estrés, hábitos tóxicos como el tabaquismo y el alcoholismo, ingesta de comida basura y en el caso de las mujeres, el riesgo aumenta tras sufrir la menopausia.

Por tanto, cómo podemos ver, llevar unos hábitos de vida saludables, hace que el riesgo de padecer un ictus disminuya considerablemente. Así como en el caso de sufrirlo, el tenerlos hace que las secuelas sean menores, se tenga un mejor pronóstico y la recuperación sea mayor.

Por tanto, llevar una dieta saludable, hacer ejercicio, tener una salud mental adecuada, siendo capaces de manejar la ansiedad y el estrés, disminuyen considerablemente el riesgo de padecer esta patología.

Aquí, en Quintana Fisioterapia, también te podemos asesorar y ayudar a cumplir con estos buenos hábitos. Para nosotros tan importante es tratar de la manera adecuada en el caso de haber sufrido un ictus, como prevenirlos y promocionar buenos hábitos de vida saludables.

Nunca un daño cerebral es tan leve como para ser ignorado, ni tan grave como para perder la esperanza

Hipócrates

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