La fibromialga es una patología de origen desconocido, que se caracteriza por una sensación de cansancio, problemas de sueño y dolor generalizado en las articulaciones.
A veces se acompaña de otros síntomas y problemas como:
- Falta de sueño
- Problemas de memoria
- Ansiedad
- Tumefacción de manos y rígidez articular
- Cefaleas …
Es una patología crónica que puede fluctuar a lo largo del tiempo y ocasionar importantes problemas de salud y afectar de manera notable en la calidad de vida de las personas que la padecen.
Es un diagnóstico clínico, es decir, no hay una prueba objetiva que nos permita medir o diagnosticar de forma clara el diagnóstico de esta patología.
Esto supone a menudo un problema para las personas que la padecen, ya que a menudo se sienten rechazadas o sienten que no se las cree y que su sintomatología es inventada. Por eso es necesario investigar y visibilizar esta enfermedad.
Afecta especialmente a mujeres de 30 a 60 años, que se quejan de dolor generalizado, sin signos inflamatorios musculoesqueléticos, y con un buen estado general.
El tratamiento va enfocado a mitigar los síntomas que padecen por esta patología. El objetivo por un lado sería disminuir el dolor a través de:
- Ejercicio físico moderado y regular
- Entrenamiento de fuerza: nos ayuda a reforzar la musculatura y prevenir la osteoporosis.
- Fisioterapia: terapia manual, ejercicio terapéutico guiado…
Y por otra parte tratar otro de los grandes síntomas que sería la fatiga y la falta de sueño:
- Readaptación al esfuerzo físico: a través de ejercicio aeróbico como nadar, correr…
Por otro lado, es de vital importancia mencionar que el ejercicio físico es algo fundamental para estas personas. Ya que además de influir sobre los niveles de dolor y cansancio percibido ayuda a mejorar otros aspectos de la enfermedad:
- Disminuye los niveles de ansiedad
- Mejora el bienestar emocional: la depresión está muy presente en aquellas personas que la padecen y a través del ejercicio generamos mucha sensación de bienestar.
- Mejoran la funcionalidad y la independencia de estas personas que repercuten muy positivamente en su calidad de vida.
El ejercicio físico es vital que esté presente en las personas con Fibromialgia, así como estar acompañados de un fisioterapeuta cualificado que nos adapte los ejercicios y el tratamiento en función de las necesidades que presentan estos pacientes.
No se inventan la sintomatología, es una enfermedad real, que afecta a las personas en su calidad de vida y necesitamos que se visibilice y comprenda de manera adecuada.
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