Fisiocuriosxs , de nuevo bienvenidxs a una nueva entrada del Blog.
Me gustaría que habláramos de aquellas cosas que hacemos en verano, que para nuestro cuerpo no es lo mejor. Pero no con una intención de regañina como si fuera vuestra madre, sino como poder disfrutar del verano de una manera saludable, y sin sentirnos culpables.
Lo primero de lo que me gustaría hablaros es de nuestros pies y tobillos, que sufren especialmente en esta época del año. Como sabéis con la llegada del calor, sacamos a airear a nuestros pies y utilizamos un calzado como sandalias y chanclas.
No pasa nada por usar chanclas para ir un rato a la playa, es lo más cómodo, el problema es cuando ese calzado pasa a ser el oficial 24/7. Las chanclas o sandalias de playa, no nos sujetan bien el tobillo, y son muy inestables, forzando una pisada anómala para nuestro cuerpo.
La fascitis plantar es una lesión de la fascia plantar. La fascia es un tejido formado principalmente por colágeno, y cuyas características hacen de conexión entre diferentes estructuras del cuerpo, relacionándolas unas con otras, incluso a distancia.
El dolor de la fascia plantar es un dolor que aumenta al caminar con un calzado inadecuado y puede llegar a ser muy molesto, a veces está asociado a un espolón cálcaneo.
La respuesta es sí.
En estos casos es bueno ponerse en manos de un profesional sanitario cualificado, un fisioterapeuta.
El fisioterapeuta tratará el dolor producido por la fascia plantar con diversas terapias, y además es bueno que nos eduque y enseñe ejercicios de automasaje y automovilización de la fascia plantar.
En muchas ocasiones, puede ser interesante acudir a un podólogo para realizar un estudio de la pisada y que nos ayude a elegir un calzado adecuado para nuestros pies, así como puede recomendar el uso de unas plantillas.
En el caso de tener un espolón cálcaneo es interesante que pueda vernos un traumatólogo y que valore el tratamiento mas adecuado para el mismo.
Muchas personas, y no tienen porqué ser deportistas de élite, tienen muy buenos hábitos durante el año. Por ejemplo mantienen muy buenas rutinas de ejercicio físico pero al llegar el verano paran de golpe.
Parar de golpe y no hacer nada, puede acarrear consecuencias directas sobre nuestra salud física, como dolores de espalda, cervicalgias etc.
Por eso la recomendación es no parar del todo la actividad física, si bien podemos adaptarla y entrenar de una manera más suave, lo ideal es mantenernos siempre activos.
Podemos ver el verano, como una oportunidad para comenzar a mejorar nuestros hábitos de vida y desechar la idea de no hacer nada y abusar de la comida y el alcohol.
Feliz verano a todxs.